viernes, 18 de marzo de 2011

Justicia poética

David, Goliath, una piedra y una honda: el pequeño derrota al grande. Satisfacción completa. Nos encanta ver cómo vence el débil, cómo le da una lección al poderoso, al arrogante, al engreído. Y cuanto más grande sea y más ruido provoque la caída, tanto mejor. La lección del frágil ha de ser instructiva y dura, un correctivo en toda regla, que deje huella y que marque al poderoso para el futuro.

Pero sobre todo, lo que hay en el triunfo del débil es un acto de reconfortante justicia poética. La comprobación, en definitiva, de que no por ser pequeño se ha de renunciar a metas elevadas, a sacudir conciencias, a aspirar a degustar postres en principio reservados sólo para los comensales más exquisitos. La justicia poética parece así un acto también de dulce y elegante venganza.

Por todo ello, los resultados de la primera vuelta en Colmenarejo trascienden la anécdota y se convierten en una auténtica bofetada a todos aquellos que ignoran al hermano pequeño de nuestra universidad. El patito feo no sólo existe, sino que además toma conciencia, actúa y regala un resultado contundente con la participación del alumnado más elevada de toda la UC3M. El pequeño campus, habitualmente ignorado y despreciado, reivindica su derecho a decidir justo en el momento en que parece ser el que más se juega de los tres hermanos.

Detrás de la admirable actitud de Colmenarejo subyace un punto de travesura y desparpajo. Confirmado: el benjamín está más despierto que nunca. Con una campaña electoral bastante activa y con la movilización del alumnado (dentro, eso sí, de la baja participación en toda la UC3M), Colmenarejo ha recordado que todos los votos son importantes, que todos los votos cuentan y que todos deben ser escuchados; incluso los de primero, le pese a quien le pese. Más aún, si el candidato más votado de ese campus roza el 90%. Todo un reflejo de lo que calaron los otros dos mensajes allá por la sierra madrileña.

No hay duda: la actitud de Colmenarejo en estas elecciones es toda una lección y una apuesta por la participación. Vayamos a votar en masa el 24 de marzo para, al menos, luego poder quejarnos con razones y argumentos. Devaluados, sí, pero participativos y a favor de una UC3M cohesionada y armónica. Algo contrario al imperio egipcio, por lo visto, si vemos la sorprendente táctica cainita de uno de los candidatos al enfrentar a un campus frente a los otros dos. Disputas entre hermanos, entre miembros de la misma sangre. “Todos para uno y uno para todos”. ¿Recuerdan? Qué pena que, pese a todo, el Faraón siga sin aprender de las lecciones.



David Villafranca Pemán, es alumno de Periodismo y Com. Audiovisual.

3 comentarios:

  1. ¿Justicia poética es decir que van a vender el campus de Colmenarejo y que el rector tiene ya la tasación sobre la mesa?
    Eso no se llama justicia, sino engaño, y si es para ganar unas elecciones se llama "coup d'etat". Y si lo disfrazas de poesía, el engaño sube a la categoría de estafa intelectual para consumo del rebaño.

    Estafadores al poder? No mola tronco

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  2. Aquí la gente se conoce tan bien lo de Colmenarejo que parece que lo hubieran hecho ellos mismos...

    Gran artículo, por cierto. Los alumnos de Colme han dado una lección de participación a todo el mundo.

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  3. Los pistoleros se pasean por Colme con miradas amenazadoras: arrancan los carteles de Peña y dan un taconazo ante los del Invicto Caudillo Parejo, cuyo Godfather reparte puros entre los acólitos mientras amedrenta a quien haga amago de acudir al encuentro con Peña.

    De verdad que da miedo pasear por aquí

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