Reinos de taifas

Permítanme que hoy hable de mí. Verán, soy un tipo especial en esta universidad. No se alteren. No se trata de arrogancia ni orgullo pero, créanme, hay  pocos como yo. O al menos hay un aspecto que me hace tremendamente peculiar. Allá va la confesión: soy uno de los pocos que ha estado alguna vez en los tres campus de la UC3M.

¿Sorprendidos?  

De acuerdo. No digo que sea el único en conseguir este increíble mérito. Pero convendrán conmigo en que no saber nada del resto de campus de la UC3M, más allá del propio, es un hecho muy extendido entre la comunidad universitaria. Getafe, Leganés y Colmenarejo: ¿una universidad con tres campus o tres universidades totalmente diferenciadas en la práctica?

En efecto, lejos de una universidad estructurada y unida, parece que tenemos tres reinos de taifas sin rumbo común. En primer lugar, la capitalina Getafe, sede del Rectorado y campus principal por número de alumnos (aunque en su seno una calle divida dos mundos al parecer antagónicos: los humanistas frente a los socio-jurídicos). A pocos kilómetros, los científicos y técnicos de Leganés. Eso sí, como buenos vecinos de los mejores barrios, tanto getafenses como leganenses optan por darse la espalda mutuamente e ignorar lo que sucede más allá de su jardín. Y por último, el hermano pequeño de la sierra: el controvertido y casi olvidado campus de Colmenarejo.

Teniendo en cuenta la calidad de las infraestructuras de la UC3M (sin ironía), es una pena que no exista apenas comunicación entre las tres sedes. Desde luego, el Intercampus dista mucho de ser el transporte que una a los hermanos extraviados. Y en esta familia desestructurada, el pecado original es doble.

Por una parte, el “ombliguismo” de cada campus: un “do it yourself” egoísta. No se trata de independencia o autonomía sino de desidia y desinterés por el resto de hermanos que acaba desembocando, finalmente, en pura desinformación. Así, no resulta extraño que uno de los aspirantes a Rector afirme, sin rubor alguno, que no puede opinar sobre uno de los campus porque, atentos, desconoce su realidad. 

La otra manzana envenenada consiste en una especie de jerarquización que convierte a Colmenarejo, para su desgracia, en el patito feo de este cuento. Un campus desaprovechado, infrautilizado, un tema tabú, un incordio para los candidatos. El desinterés por Colmenarejo provoca lamentables situaciones que rozan lo dantesco. Dos ejemplos simples: alumnos que deben bajar hasta Getafe sólo para acudir a una tutoría o estudiantes que, para practicar con cámaras de vídeo, tienen que desplazarse hasta la “Capital del Sur” por no tener material en su campus. 

Por supuesto que hay servicios coordinados que funcionan perfectamente, como el préstamo de libros entre las bibliotecas. Pero si queremos acabar con la infrautilización de las posibilidades de la UC3M, debemos exigir una política coherente y unitaria que relacione a los tres campus por igual. Sin patitos feos. Sin hermanos enfrentados.

Qué bien que estamos en plenas rebajas electorales. Estoy convencido de que algún candidato conocerá la frase "todos para uno y uno para todos”. Ánimo para el que se lance a convertirla en su lema.

Vaya, un final optimista. Y luego dirán que los devaluados sólo sabemos criticar.

David Villafranca Pemán