miércoles, 2 de marzo de 2011

Las urnas de Cromagnon

Varios alumnos pasean por los pasillos de la universidad cuando uno de ellos se detiene súbitamente frente a los tablones de anuncios. En cualquier otro momento, se habrían parado a mirar alguna oferta laboral o el cartel de una promoción de un viaje de fin de carrera. Sin embargo, en plena campaña electoral, estos estudiantes se paran para ver y comentar cómo son los carteles de los candidatos a rector.


Las caras de Daniel Peña, Paco Marcellán y Luciano Parejo miran al vacío desde el corcho. Mientras tanto, el grupo de alumnos debate sobre cuál de ellos tiene las mejores propuestas o sobre cuál es el pie del que cojea cada candidato. La conversación ha pasado de la composición de los carteles a la conveniencia de hacer una reestructuración de la aplicación de Bolonia a los planes de estudio. Entre tanto, un profesor ha encontrado el blanco perfecto. Alumnos que hablan de las elecciones, que se quejan insistentemente  sobre lo que ocurre en su facultad, pero que no parecen tener muy claro por cuál de los tres candidatos decantarse. El profesor-lobo se ha topado con el mejor rebaño que podría encontrar. Por el camino, la boca se le hace agua. Aborda al grupo con su mejor cara de relaciones públicas, coge aire y ni corto ni perezoso dice: “¿Sabéis que vengo a pediros el voto, verdad?”

Una retahíla de los buenos propósitos del candidato en cuestión inunda las cabezas de unos alumnos que, tras esta visita, tienen cada vez más claro que no quieren ser tratados ni como rebaño ni como ovejas. Cuando llegan a las aulas de informática, se conectan a Internet y lo primero que hacen es mirar las novedades de las redes sociales. Marcellán les ha dejado varios tweets con sus propuestas, Peña les ha enviado eventos y comentarios por Tuenti y Parejo les ha mandando correos electrónicos a sus cuentas de la universidad.

Sin embargo, algo les saca de la rutina pre-electoral cuando reciben un evento en Tuenti en el que se ataca sin tapujos a un miembro del equipo de uno de los candidatos. Dejando a un lado el que éste sea o no el vehículo más adecuado para llevar a cabo este tipo de estratagemas, los alumnos piensan en quién, cómo, cuándo, dónde y por qué se producen estas  mordeduras gratuitas. Lo primero que pasa por sus mentes es que ya se ha llegado a un punto en el que todo vale para obtener el preciado cetro de rector y, lo que es más importante, todo el poder periférico que conlleva. Se preguntan cuál es el precio que algunos están dispuestos a pagar por subirse al carro de la candidatura ganadora. Concluyen, que la campaña electoral ha perdido civismo, que efectivamente hay una guerra abierta por el rectorado en la UC3M y que ojalá que estas elecciones no nos devuelvan a los tiempos del hombre de Cromagnon.   




Miguel Veríssimo de Mira Soto

1 comentario:

  1. ¡Ay! me encantaría contar una anécdota, desafortunada para él, pertinente para mí; y aunque ya hace de esto una semana, fue divertido cuando, estando yo rondando el edficio 17, cámara en mano, se me acercó Parejo como quien no quiere la cosa y esbozando (claro) su mejor sonrisa, dejó caer el comentario... "vaya, cuántas cámaras he visto por la facultad, hay muchas, ¿verdad?, y el material es bueno, ¿no?"

    :)

    Un saludo, de nuevo.

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