sábado, 12 de marzo de 2011

Una historia hipotética e imaginaria

Un justo rey del mítico continente de Lemuria tenía sus tierras divididas en tres feudos: dos principales, Getanés y Legafe,  y un vestigio de sus ancestros, Avisparejos, donde solían pastorear, muy al norte de su castillo. En cada feudo tenía muchos soldados, aunque la ambición del Rey era la de tener cada vez un mayor número de ellos, estén o no bien preparados para salir a guerrear. 20.000, 40.000, 50.000… Daba igual lo contentos que estuvieran, lo importante es que elevaran el nombre de su reino a lo más alto.


Pero no todo era alegría en esta zona de Lemuria. El Rey pensaba que los soldados de Avisparejos estaban demasiado lejos como para poder protegerle en caso de ataque, y decidió abandonarlos a la voluntad de un virrey. Esto generaba numerosas revueltas y descontentos en el feudo, pero debido a su escasez y lejanía, el Rey optó por ignorar esos disturbios y centrarse en lo que tenía más a mano.

Un día vino un mago de tierras lejanas que decía llamarse Carolus Excelsus I, ataviado con prendas exóticas y lujosas (de Eutropía decía venir), y le prometió que podía hacer magia para ampliar los territorios colindantes a su castillo con unos nuevos barracones sin tener que invertir su fortuna personal en ello. “Invita la casa”, decía el mago, “pero luego me lo pagas igual”. Haciendo oídos sordos a estas últimas palabras, el Rey se entusiasmó, ya que se le ocurrió una brillante idea: haría creer que sus soldados recibirían una formación más completa allí y les contentaría para que permanecieran leales a su figura, pero la verdad sería otra. Contactaría con amigos lémures de mucho poder y muchas rupias y les cambiaría el ruinoso feudo de Avisparejos por muchas de esas rupias. De esta forma, sus amigos estarían contentos y él habría convertido la magia en riqueza. Además, se traería a los soldados cerca de su castillo, donde les podría domar para evitar que algún día tomaran las armas contra él.

Había un problema. Su credibilidad estaba en entredicho y había dos nobles que aspiraban a su trono. Ya había conseguido librarse de uno… ¿Conseguiría acabar con el otro antes de ejecutar su plan?

(Relato inspirado por las Historias de Daniel)


Alexandro Ruiz Pérez, es alumno de Periodismo.

1 comentario:

  1. Alexandro, me encanta tu post. Si quieres publico tu relato en el blog paralelo "Historias de Carloszree", pero debieras elegir un nombre elfico, jaja

    Necesito tu permiso...

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